Armonía entre la naturaleza y los numerosos núcleos de población rural, con una arquitectura popular muy característica y singular. La Vera es una comarca preciosa situada en el noreste de Extremadura, en la vertiente sur de la Sierra de Gredos, a 20 minutos de la Casa Rural. La proximidad con las montañas da lugar a un micro clima más suave en invierno y más fresco en verano.
Zona de la Garganta de Cuartos, cerca de Losar dela Vera
La Sierra de Gredos y la Sierra de Tormantos están presente en la orografía de la comarca: arroyos y riachuelos, afluentes del río Tiétar, que bajan de la montaña y dan lugar a gargantas de agua cristalina, cascadas, charcas y cientos de pequeños lugares bellísimos en cualquier época del año.
De hecho, se puede decir que el exponente común de la comarca de La Vera es el agua. Y el río Tiétar la columna vertebral hídrica que recorre esta zona de Extremadura hasta su desembocadura en el Tajo.
En verano es totalmente recomendable pasar por algunas de las muchas gargantas y piscinas naturales para darse un baño fresquito y disfrutar del entorno natural.
En Jarandilla de la Vera se encuentra el Parador de Jarandilla, antigua residencia de verano de los Condes de Oropesa, y residencia temporal de Carlos V mientras se realizaban los preparativos para su estancia definitiva en el Monasterio de Yuste.
Castillo de los Condes de Oropesa – Parador de Jarandilla de la Vera
Realmente hay miles de posibilidades para disfrutar de La Vera. La mayoría de los pueblos están situados en la EX-203, por lo que podemos hacer un recorrido tomando esta carretera como referencia.
Madrigal de la Vera se encuentra en el extremo oriental de la comarca, justo en la línea que separa Extremadura de Castilla y León, y a pocos kilómetros al sur el río Tiétar sirve de separación con la comunidad de Castilla-La Mancha.
En Madrigal encontramos la Garganta de Alardos, que forma a su paso numerosos charcos y piscinas naturales. Es un paraje natural precioso que vale la pena visitar. El puente romano de la Garganta de Alardos es una de las postales más bonitas de La Vera.
A medida de avanzamos desde Madrigal en dirección a Villanueva de la Vera atravesaremos la Garganta de Minchones, en la que se encuentra el Chorro de la Ventera (acceso a través de ruta de senderismo y/o pistas forestales).
Seguimos hacia Villanueva de la Vera. La localidad ha sido declarada Conjunto Histórico de Interés Cultural.
La garganta de Gualtamino («garganta que no se seca» en árabe) en la que se encuentra cascada conocida como Chorrera del diablo es uno de los rincones naturales más destacados de Villanueva de la Vera. La Chorrera del Diablo es considerada como una de las mejores cascadas de España para ver el espectáculo del deshielo.
Además Villanueva tiene una forma muy peculiar de celebrar el carnaval, con la fiesta del Pero Palo.
Retomamos la EX-203 y pasamos por Valverde de la Vera.
Las calles de Valverde están adecuadas con regueras que canalizan el agua que baja de las gargantas y la distribuye por las huertas. Merece la pena pasear por las calles de esta típica localidad verata.
En Valverde se celebra cada Semana Santa la procesión de Los Empalaos. Impresiona ver la fuerza de voluntad que ponen para llevar adelante su empeño.
Desde Valverde nos dirigimos hacia Losar de la Vera.
La vistas son excelentes desde Losar, desde aquí se puede apreciar la belleza de este rincón verde de Extremadura. En los alrededores de Losar se halla la afamada garganta Cuartos. Una de las zonas de baño más frecuentadas de la zona es la del Puente de Cuartos.
Puente de Cuartos en Losar de la Vera
Otro de los atractivos de Losar de la Vera son las zonas ajardinadas que podemos ver directamente mientras recorremos la travesía principal del pueblo. Los setos y arreglos con formas de animales y diferentes motivos son realmente curiosos.
Si tenemos tiempo podemos hacer una visita a la Iglesia de Santiago Apóstol o las ermitas de la localidad. O simplemente nos podemos perder por las calles de Losar o tomar alguna tapa en cualquiera de sus bares.
Llegamos a Jarandilla de la Vera.
En esta zona de La Vera, Jarandilla, Garganta la Olla, Cuacos de Yuste o Aldeanueva de La Vera por ejemplo, se observa un tipo de arquitectura popular, judeo-medieval, donde las casas con balcones construídas de adobe, piedra y madera mantienen su estructura original pero adaptadas al presente.
Jarandilla goza de una Fiesta de Interés Turístico: Los Escobazos. La noche del 7 de diciembre se prenden miles de escobas en señal de saludo basándose en una antigua tradición pastoril.
Uno de los productos típicos de La Vera es el pimentón. En la comarca se deja secar para ser molido y obtener el llamado «oro rojo» que posee su propia Denominación de Origen. No podemos dejar de adquirirlo en cualquiera de los pueblos de la zona.
Desde Jarandilla podemos subir hasta Guijo de Santa Bárbara, con sus calles típicas que respetan la arquitectura de épocas pasadas. Las vistas desde Guijo son impresionantes.
Cerca de Guijo de Santa Bárbara se encuentra la Garganta Jaranda, que lleva las aguas hacia el Tiétar pasando por Jarandilla. En verano podemos darnos un baño en cualquiera de los charcos de la Garganta Jaranda. Uno de los más conocidos es El Trabuquete.
Garganta Jaranda en la zona de la piscina natural La Máquina
Y en cualquier caso vale la pena realizar alguna de las rutas de senderismo que discurren por los alrededores de Guijo, en cualquier época del año, pero sobre todo en otoño y primavera.
Como curiosidad, a pocos kilómetros de Guijo, pero accesible desde la parte del Valle del Jerte, se encuentra la famosa Garganta de los Infiernos.
Desde Guijo seguimos camino hacia Aldeanueva de la Vera. Tanto la subida hacia Guijo como el tramo hacia Aldeanueva hay que tomarlos con calma, disfrutando del paisaje, ya que son carreteras de montaña estrechas y con curvas cerradas.
La Garganta Jaranda, al fondo Guijo de Santa Bárbara
Aldeanueva de la Vera es otro pueblo encantador, como todos los de la zona. Si tenemos tiempo podemos visitar las fuentes de la localidad, la Fuente de los 8 caños, la del Boticario o la de San Miguel.
Cerca, en la Garganta de San Gregorio se encuentra el puente romano. Y otra zona natural preciosa es la Garganta de los Guachos.
A unos kilómetros desde aquí, muy cerca de la localidad de Cuacos de Yuste nos encontramos con el Monasterio de Yuste, última morada del Emperador Carlos V de Alemania.
Monasterio de Yuste – Última morada de Carlos V
Este enclave fue elegido por el emperador por su situación tranquila y su micro clima para pasar sus últimos días. Con este fin mandó construir un edficio anexo, de carácter humilde y austero, que estaba conectado directamente con la iglesia y desde donde podía asistir a los oficios religiosos cuando en un estado avanzado de su enfermedad no podía moverse.
Las localidades que se encuentran alrededor del monasterio se vieron influidas por el hecho de alojar entre sus tierras al Emperador.
Garganta la Olla es una de las localidades más típicas de La Vera, población de buenas truchas y vinos, bañada por gargantas únicas.
Garganta la Olla. La Vera. Extremadura
En algunos de sus edificios aún se ve la impronta que la corte alemana del Emperador dejó en la localidad. Garganta la Olla es uno de los puntos de paso desde La Vera al Valle del Jerte.
A pocos kilómetros de Cuacos y Garganta la Olla se encuentra Jaraíz de la Vera, con una exquisita gastronomía y lugar de buenas muestras artesanales.
Declarada Conjunto de Interés Histórico sobresale la plaza mayor donde se encuentran casas-palacio perfectamente conservadas. De igual forma se distingue la Iglesia de Santa María que data del siglo XIV, es la más antigua de la localidad.
No nos olvidamos de pequeñas poblaciones de la zona: Pasarón de la Vera, Arroyomolinos de la Vera o Tejada de Tiétar, famosa por sus perrunillas, así como por el pimentón, el aceite que se elabora y el jamón. Todos estos productos destacan por su calidad y cuentan con su correspondiente denominación de origen.
El paisaje de la Vera se presta a ser explorado, pues sus pequeñas poblaciones repletas de conjuntos de interés histórico-artístico así como los rincones naturales que aparecen en el pasiaje montañoso ofrecen la belleza reposada de un paisaje único e inolvidable.